El Queratocono es una enfermedad de degeneración ectásica corneal, es decir, una dilatación que deforma la córnea y afecta a la capacidad visual del paciente. Es una enfermedad que tiene un 1% en la población y cuando continúa la afección suele terminar en un transplante de córnea, porque acaba en perforaciones corneales y, por lo tanto, es muy importante el estudio y seguimiento de esta enfermedad de manera precoz.

Muchos pacientes ignoran que pueden estar sufriendo esta enfermedad y son diagnosticados en un estado avanzado, de ahí la importancia de acudir al menos cada dos años a una revisión oftalmológica. Si no la diagnosticamos a tiempo la curvatura de la córnea irá en aumento, acompañado de un adelgazamiento progresivo de la zona central y un elevado astigmatismo.

Esta patología no tiene cura de momento, sin embargo se pueden realizar tratamientos muy eficaces que frenan su desarrollo. Hasta hace poco sólo se podía recurrir a lentilla rígidas para frenar la evolución de la enfermedad y cuando ya era tarde al transplante. Por fortuna se han producido avances tecnológicos importantes y ahora podemos emplear unas pequeñas prótesis con forma de anillo o bien reforzar el tejido de la cornea con luz ultravioleta.

Ambos tratamientos para el Queratocono se realizan forma ambulatoria, es decir, no requieren ingreso hospitalario, empleamos anestesia local y tras una rápida intervención el paciente puede regresar a casa por su propio pie.